La deuda con Atlas Femenil

En diciembre pasado, todo era fiesta en la institución rojinegra gracias al título conseguido por el equipo varonil, lo que rompía una sequía de 70 años sin campeonar en el club tapatío, sin embargo, esta felicidad no se expandió a todo Atlas puesto que el equipo femenil vivió, precisamente a finales del torneo pasado, dos de las salidas más dolorosas de su historia: la de su goleadora Alison González y la del director técnico Fernando Samayoa, quien desde abajo, llevó al equipo hasta su límite de rendimiento. 

Paola García y Zellyka Arce, dos referentes de Atlas.
Foto: Atlas FC Femenil


Y yo, como una mujer que es rojinegra desde hace más de 20 años, me pregunté por qué si acababan de conseguir el campeonato con los hombres, no se apuntaba a lo mismo con ellas, ¿no sería espectacular lograr esta meta en un mismo año? Pues la respuesta de la directiva fue no, como si esta fiesta fuera solo para una parte de la institución, como si ellas no existieran, como si la femenil ni siquiera fuera primer equipo. 

Entonces, ¿quiénes son Atlas? ¿Solo el equipo varonil? El club de la Academia no ha apoyado a su equipo femenil como se esperaría del campeón: desde que inició la Liga, en el 2017, las rojinegras fueron una escuadra con poca inversión, con futbolistas locales y la improvisación de la mayor parte del plantel, no había figuras, pero la garra que caracteriza lo que significa esta playera, fue formando a sus estrellas y atrajo a un par más, pero eso fue todo. 

Es más, ni siquiera existe un proyecto real a nivel comunicación que intente hacer que el equipo femenil se arraigue de verdad con la afición atlista. ¿Cómo atraes a tu gente si juegan en una cancha de entrenamiento?, ¿cómo convences a tu afición si abres el estadio pero no la dejas estar en las tribunas?, ¿cómo posicionas a tu equipo si ni siquiera es posible comprar sus camisetas porque están agotadas?, ¿cómo quieres que vayan a verte si vendiste a tu goleadora y con ese dinero no contraste más refuerzos?, ¿cómo generas espectáculo si en las acciones demuestras que no te interesa el equipo femenil? 

Incluso, el hecho de que con la salida de Samayoa no se buscara a otro entrenador o entrenadora con experiencia, demuestra que para la directiva todo se resume a un "ay, equis, es la femenil". ¿Quieres ganar? Necesitas un plantel competitivo, la cantera no es suficiente. ¿Quieres tener un plantel competitivo? Invierte. 

Directiva, ten vergüenza deportiva, ¿no te duele ver así a un equipo rojinegro?, ¿acaso no te interesa porque las que se exhiben son ellas y tú te lavas las manos?, ¿pero qué estoy diciendo?, le exijo a una directiva que el torneo pasado les había prometido un bono por llegar a la liguilla y terminó quitándolo bajo el pretexto "es que si se los damos, ya no podremos mandarlas en avión". 

Las rojinegras jugaron pocos partidos en el Estadio Jalisco y la mayoría fue sin afición.
Foto: Atlas FC Femenil


La deuda no solo es con Atlas Femenil, sino con todos los clubes de la liga mexicana que siguen viendo como un estorbo a sus equipos femeniles y adivinen, sí, los ven así porque son mujeres, puesto que si ya están en la obligación de tenerlos (por las presiones de la FIFA, por el Mundial, por lo que quieran), entonces deberían querer convertirlos en negocio, lo cual ya está demostrado que sí es posible, así que si no lo hacen es simplemente porque no les interesa, porque ellas, como siempre, son vistas como secundarias, como invasoras en un deporte que estos señores creen que les pertenece. 

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