¿Y la exigencia del salario mínimo para las futbolistas?

En la Liga MX Femenil, los clubes tienen la posibilidad de contar con cuatro extranjeras en su plantilla, no es algo obligatorio, pero sí una opción que puedan tomar quienes quieran y quienes puedan, esto es una medida que puede leerse de distintas formas:

Se celebra porque si una jugadora de otro país quiere venir al nuestro es porque tiene cierto nivel y viene a potenciarlo y a su vez a potenciar a la propia Liga; pero también se lee como el hecho de que para poder ofrecerle a alguien que deje su país y venga a México, se le debe estar poniendo sobre la mesa un sueldo más que competitivo (mejor que en su lugar de origen) y esto no siempre quiere decir que al resto de la plantilla (mayoritariamente mexicana) se le estén dando las mismas condiciones. 



Zellyka Arce, capitana de Atlas FC, celebra la llegada de extranjeras, pero pone énfasis en que no se olviden de las mexicanas.
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Con esto, lo que quiero decir es que la llegada de extranjeras abona en lo futbolístico pero pega directo a la parte monetaria, sobre todo al condicionar aún más los sueldos de las mexicanas, quienes de por sí, en la mayoría de los casos, deben buscar otro ingreso aparte de su trabajo como jugadoras de un club de futbol profesional, ya que esto no les es suficiente para solventar sus gastos, a veces ni sus gastos más básicos. 

"Antes de ampliar extranjeras, se debería ver por mexicanas", dijo hace unos días Zellyka Arce, capitana de Atlas FC, un equipo que apenas en este Apertura 2022 parece estar apostando por equipo femenil, que pese al poco apoyo de la directiva ha alcanzado las instancias semifinales en la Liga. "Sí es un reto para nosotras. A final de cuentas, cuando una jugadora viene a la Liga es para buscar un lugar, para buscar destacar y sumar a la Liga. Sí creo que se tiene que hacer una evaluación amplia, porque se está dando esa oportunidad a jugadoras extranjeras, que, por supuesto es más caro traer extranjeras, por supuesto que ellas piden un sueldo un poco más elevado", añadió la mediocampista, quien fuera campeona con Chivas en el primer torneo del circuito profesional mexicano. 

Las palabras de Arce son muy importantes, ya que son pocas las veces en que las jugadoras deciden alzar la voz, lo cual también es entendible pues de quejarse o de señalar lo que es criticable podrían perder lo poco que han ganado en cinco años de historia de la Liga, por ello, se valora que una futbolista como ella pueda mencionar lo que no está beneficiando al crecimiento estructural de la competencia. Y es que la posibilidad de traer extranjeras o extranjeras de renombre, seamos sinceras, no la tienen todos los equipos, únicamente unos cuantos de ellos: Tigres, Rayadas, América, Pachuca... y se han sumado algunos más, pero cuya cartera es corta (a Chivas no se le incluye por su política de solo jugar con mexicanas), lo que implica que esta situación va a desequilibrar todavía más la balanza, que con la llegada de estos bombazos desde el extranjero, va a ser todavía más difícil que un Necaxa, un Mazatlán, un Puebla, un Santos... pueda pelearle a las escuadras "grandes" de la liga femenil.

Jennifer Hermoso llega a la Liga MX Femenil procedente del Barcelona, donde cobraba 100 mil euros anuales (2 millones de pesos mexicanos aproximadamente).
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¿Y entonces? ¿Que se prohíba la llegada de extranjeras? No, esa no es la solución, es más, qué bueno que volteen a ver la liga mexicana como una plataforma de su interés, así que no, las que tienen que pagar por esto no son las extranjeras al ser vetadas, sino que se necesita obligar a todos los equipos a dar mejores condiciones a todas sus jugadoras y entonces sí, una vez que todas las deportistas registradas en un club ganen lo suficiente, cuando tengan un salario que dignifique su profesión, entonces sí podemos pensar en más extrajeras. 

Ahondo, porque no quiero que se malentienda lo que quiero decir: ni Tigres tiene la culpa en traer a Mía Fishel o Uchenna Kanu; ni Rayadas por contratar a Valeria del Campo; ni Pachuca por hacer el fichaje más espectacular con Jennifer Hermoso; la responsabilidad debe recaer en la Liga, que tendría que velar, primero, por que todas las jugadoras tengan un salario mínimo (y este se debe establecer con base en las necesidades que tienen con futbolistas profesionales), una vez que un club esté cumpliendo con esto, entonces sí tiene carta abierta para contratar a las extranjeras que gusten y del calibre que necesiten, pero que no lleguen luego de despedir a varias mexicanas o hacerle recortes a sus sueldos, que esta competencia demuestre que ante todo importa el dignificar el trabajo de las mujeres, sobre todo en un espacio considerado masculino como el futbol. 

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