¿Por qué Pumas no brilla en la Femenil?

El caso de Pumas en la rama femenil es especial y lo digo porque históricamente el futbol de mujeres en la universidad ha sido de élite, ya sea participando en torneos amateur o del circuito universitario, por esa razón llama la atención que en la Liga profesional no se haya consolidado, pero es que el proyecto se armó de forma distinta a lo esperado:

El inicio 

Cuando en diciembre de 2016 se anunció la Liga MX Femenil, México contaba con ligas amateurs y universitarias que eran competitivas (ahí jugaban mujeres que eran consideradas en la Selección Mexicana, por ejemplo), es decir, si bien no había "profesionalismo", el buen futbol de mujeres llevaba décadas trabajándose con los recursos disponibles. 

El Representativo de la UNAM fue la escuadra campeona de la Universiada Nacional de 2016, unos meses antes del anuncio de la Liga MX Femenil. Foto: Gaceta UNAM


Ese mismo año, meses atrás, la UNAM, se había coronado como campeona nacional de la Universiada, luego de vencer 4-1 a la UANL, y en la Liga Mayor Femenil (la de mejor nivel en categoría libre), las campeonas eran las Leonas Morelos (donde jugaba una Mónica Ocampo, Lucero Cuevas y Karla Nieto), las futbolistas con mayor nivel en el país estaban ahí, en esos dos circuitos del balompié. Por lo anterior, se esperaba que clubes como Pumas, Tigres, Rayadas, tuvieran un buen inicio en la Liga profesional, ya que contaban con una base universitaria (UNAM, UANL y Tecnológico de Monterrey) y que además, voltearan a ver a las jugadoras del sector amateur, de forma que armaran equipos competitivos. Las regias, aunque sufrieron en el torneo de Copa (en mayo de 2017), recompusieron para la Liga y sí, con la base de jugadoras con experiencia en amateur y universidad, pronto se convirtieron en protagonistas, ¿y Pumas?, ¿qué falló ahí? 

Los datos hablan

Las campeonas con UNAM en 2016 (unos meses antes de ser anunciada la Liga) fueron las siguientes:

Ana Contreras Barocio (Medicina), Ana Gabriela Lozada (Medicina Veterinaria y Zootecnia), Daniela Alcantar (Economía FES Aragón), Katia Itzel García (Ciencias Políticas y Sociales), Perla Bastida (Facultad de Arte y Diseño), Ana Karen López (ENEO), Karen Anaid Espinosa Téllez (Derecho), Isaraí Mendieta Barrañón (Odontología), Romina Eckerle Díaz (Contaduría y Administración), Andrea Romero Olivares (Química), Daniela Sánchez (Contaduría y Administración), Sandra Domínguez Arceo (Economía), Diana Verónica Jiménez (Facultad de Arte y Diseño), Erandi Barrera (Medicina Veterinaria y Zootecnia), Valeria Aurora Miranda (Psicología), Ana Elizabeth Guzmán (Contaduría y Administración), Paulina Ruiz (Derecho), Ximena Márquez (Economía), Karen Sánchez (Ciencias Políticas y Sociales), Cynthia Ibarra (Ciencias Políticas y Sociales) y Andrea Samantha Martínez, (FES Iztacala).*

En la imagen, Valeria Valdez (Tigres UANL) y Andrea Romero (UNAM)
Ya en la Liga MX Femenil, Valdez sigue vistiendo la camiseta de Rayadas y Romero defendió los colores de Gallos Femenil. Foto: UANL

De ellas, ¿quiénes se quedaron en el equipo profesional de Pumas?

Ximena Márquez y Ana Karen López... aunque a ellas se sumaron Brisa Rangel, Hireri Velázquez, Nancy Zaragoza y Katya Ojeda, quienes no estuvieron en la Universiada, pero tenían un largo proceso como jugadoras en la UNAM. Y el resto tuvo dos opciones: quedarse fuera de la Liga o intentarlo en otro club como América, Cruz Azul, Puebla o Veracruz (en la CDMX o cercanos a ella), tales fueron los casos de Lozada, Alcántar, Espinosa, Romero, Sánchez (aunque ella se incorporó por un tiempo a Pumas), Miranda... más otras jugadoras de la UNAM, como Casandra Cuevas y Mariana Coxtinica. 

"Nos dijeron que nos dedicarían una visoría a las jugadoras del Repre, pero cuando fuimos, ni siquiera nos vieron, ya tenían a todo el plantel elegido", explican algunas futbolistas de la universidad que vivieron aquel proceso. 

De esta forma, la base de decenas de futbolistas con la que ya contaba la UNAM en su rama femenil no fue tomada en cuenta, tampoco el cuerpo técnico encabezado por Jair Juárez y quien empezaba a ser apoyado por Ana Galindo (exjugadora de la UNAM y exseleccionada nacional, hoy reconocida directora técnica en Selección), sin dejar de mencionar el trabajo de Karina Báez (también exjugadora en la UNAM) en la categoría juvenil del representativo de la Máxima Casa de Estudios. Pumas ya lo tenía todo, pero lo hizo a un lado. ¿Por qué?

Pesaron intereses ajenos a los futbolísticos. Al banquillo universitario llegó Ileana Dávila, quien hasta entonces se había movido en el futbol rápido con la Universidad Anáhuac, pero no tenía palmarés que se compararan con los del cuerpo técnico del "Repre" de la UNAM, con Juárez y sus 15 años en el futbol asociación de nivel universitario, tres oros y dos platas en Universiada Nacional, además de experiencia como auxiliar en Selección Mexicana, pero nada fue suficiente, ¿o sería que quienes tomaron las decisiones ni siquiera investigaron qué pasaba con el futbol femenil en la UNAM?

Juárez y Galindo sí llegaron a la Liga pero con el cuerpo técnico de América, es decir, así como las jugadoras, tuvieron que optar por oportunidades fuera del club de sus amores, talentos que se fueron porque no se valoraron, cinco años de un inicio equivocado en Pumas Femenil, cinco años que siguen pesando, ya que quienes deciden no tienen interés en el desarrollo de la rama femenil del club universitario. Y sí, la llegada de Báez parecía un cambio positivo, sin embargo, queda claro que las decisiones no las tomaba ella solamente, en cuanto a plantel y a quienes debían ser titulares. 

Me queda la impresión de que el futbol femenil en Pumas ha sido tomado como un espacio en el que se puede colocar a amigos, recomendados o recomendadas, darles un sueldo considerable y deslindarse de que el proyecto realmente crezca a nivel futbolístico. Otro secuestro de los sueños de quienes sí querrían defender los colores azul y oro. 




*Información de Gaceta UNAM https://deporte.unam.mx/noticias/noticia.php?id=3014 




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