Violencia normalizada en espacios digitales

Por mucho tiempo se tuvo la idea de que los espacios digitales —háblese de páginas de internet, redes sociales, aplicaciones de mensajería instantánea —no eran parte de la realidad, sino una virtualidad cuyas afectaciones no saldrían de ahí, sin embargo, después de años de análisis y estudios del ciberespacio, se sabe que se trata simplemente de una extensión del mundo, que lo que allí ocurra, bueno o malo, repercute en las y los individuos con la misma potencia que en el "espacio físico". 

Los espacios digitales han sido fundamentales para promover el futbol femenil.
Foto: Chivas


En este sentido, es fundamental prestar atención a la violencia digital que viven las mujeres y, en el caso de este artículo, las futbolistas de la Liga MX Femenil. Desde ser acosadas hasta recibir fotografías íntimas no solicitadas, ser amenazadas con violencia física y hasta sexual. Muchas veces, medios de comunicación y afición dejan de lado que en el caso de las mujeres que se dedican al futbol no sólo se debe analizar su rendimiento en la cancha, sino el contexto en el que se están desenvolviendo. ¿Qué tanto le afecta a una jugadora estar recibiendo cientos de mensajes violentos a través de sus redes sociales?, ¿cuánto modifica su estabilidad y rendimiento?, ¿se puede concentrar alguien en el futbol cuando es acosada constantemente? Claro que en el caso de la rama varonil esto también llega a suceder, hay amenazas, violencia verbal y burlas constantes, pero el trasfondo es distinto, las formas también, hacia ellas se trata de violencia machista, que pasa del espacio fuera de línea a lo digital.

Para la Organización de las Naciones Unidad (ONU), la violencia digital se define como aquella "que se comete y expande a través de medios digitales como redes sociales, correo electrónico o aplicaciones de mensajería móvil, y que causa daños a la dignidad y la integridad, e impide el empoderamiento, desarrollo y el pleno disfrute de derechos humanos como la dignidad, la libertad de expresión y a la información, la protección de datos personales y el acceso a la justicia". 

En números, la misma ONU informa que en México, 9.4 millones de mujeres han sido afectadas por el ciberacoso, las que más lo padecen tienen entre 18 y 30 años. En este sentido, se informa que en el contexto de la pandemia, la violencia digital ha ido en aumento debido a que las mujeres hemos tenido que usar en mayor medida estos espacios para nuestras distintas actividades. 

Las futbolistas en México también han pasado por estas situaciones. A diario, aparecen comentarios en redes sociales, sobre todo en Twitter, Facebook e Instagram, en los que son criticadas por su aspecto, por sus preferencias sexuales o por su comportamiento fuera de las canchas, esto ha llegado a amenazas de distinta índole. 

En marzo de este año, Deneva Cagigas, defensa de Pumas, expuso de manera pública el acoso que recibe en sus redes: "Se les hace chistoso mandarnos fotos o videos o usarnos como un símbolo sexual y no está bien. Antes de ser futbolistas somos humanas y somos mujeres, merecemos respeto. Me gustaría que esta situación parara, que se pusiera un alto, que se nos escuche porque no es justo".

Deneva Cagigas expuso el tipo de mensajes que reciben.


Misma situación fue expuesta por Jana Gutiérrez y Selene Valera, cuando ambas militaban en el América (actualmente sólo está Valera, Gutiérrez ya juega en Tigres). Por otro lado, Renata Masciarelli, portera de las Águilas, recibe constantemente violencia verbal, aunque ella ha tratado de "hackear" esos comentarios con un tono divertido, pero eso no quita el acoso constante. 

Los comentarios violentas hacia Masciarelli son constantes, pero ella suele "darles la vuelta".


En octubre de 2020, Greta Espinoza, de Tigres, también sufrió de violencia digital, con amenazas incluso hacia su familia. "te va a doler donde más te duele" y "si no estás conmigo no estás con otro" eran los mensajes que se podían leer contra la zaguera felina. 

Asimismo, usuarios, la mayoría anónimos, dedican mensajes que minimizan la participación de estas mujeres en el futbol, juzgan su actividad en redes sociales y sus relaciones personales, ponen en entredicho su capacidad como futbolistas y repiten expresiones machistas, misóginas y sexistas. 

Lamentablemente, esto puede ser exacerbado por la manera en que los medios presentan a las jugadoras, al enfatizar su aspecto y no su desempeño en el campo; además, en el periodismo deportivo mexicano ocurre cierto fenómeno: en los medios "grandes" casi nunca dan espacio a la Liga femenil, salvo que sea algo extraordinario o bien algo amarillista, es decir, no suelen analizar la jornada, hacer reportajes o entrevistas, pero si se da una pelea entre jugadoras, si alguna comete un error escandaloso, si se fueron de fiesta... ahí sí se les dedican páginas (ojo, ocurre con la varonil, pero de ellos se habla de todo, tanto de lo futbolístico como de lo amarillista). Esto genera que se forme una representación sesgada de las jugadoras, como si esto fuera lo único que ellas pudieran ofrecer, este es el imaginario que la audiencia se va construyendo. 

Todo lo mencionado suele considerarse normal o natural, pero no es así, es una copia fiel (de forma triste) de lo que las mujeres sufren fuera de línea, acoso callejero, deslegitimación de su talento en lo laboral (en muchas áreas), machismo, misoginia... y no puede pensarse que porque suceda en redes sociales no es real o es menos importante, las afectaciones en lo emocional o psicológico son las mismas y deben tomarse con seriedad. 

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