Se burlan de la violencia de género

El movimiento feminista ha puesto sobre la mesa diferentes aspectos de nuestra vida en la que se esconde la violencia de género, una de ellas, el tratamiento a la información que hacen los medios de comunicación acerca de las situaciones que aquejan a las mujeres. En este sentido, el periodismo deportivo es un espacio en el que día tras día se reproducen estereotipos de género y se normalizan conductas que minimizan la actividad de las mujeres, asimismo, en relación con los hombres, se exaltan los roles de género impuestos por el sistema patriarcal: fortaleza, virilidad, liderazgo, éxito, violencia... una violencia machista de la que algunos teóricos del deporte han hablado. 

La Barra Feminista se dio a la tarea de 'hackear' la portada de Cancha.
Foto: Barra Feminista MX


Y en este contexto, desde el año pasado se ha destapado una verdadera cloaca, la cual ha dejado ver lo peor del futbol mexicano: en marzo de 2020 se dio a conocer que el futbolista Renato Ibarra había sido detenido luego de ser denunciado por su esposa por violencia familiar, tentativa de aborto y feminicidio. El Club América decidió separarlo definitivamente del plantel por su "cero tolerancia a la violencia de género". Sin embargo, tanto la escuadra de Coapa como la misma Liga, se hicieron de la vista gorda y permitieron que el jugador continuara su carrera en Atlas, conjunto con el que pasó sin pena ni gloria. 

Y entonces, todo lo que se ha desatado alrededor dejar ver cuán desgastada está nuestra sociedad si de hablar de violencia hacia las mujeres se trata. Aquí una breve recopilación de todo lo que está mal en el caso Ibarra:

América y su contradicción

El equipo quiso dejar ver su mano dura cuando lo separó del plantel en 2020, pero fue sabido que de igual forma, buscaron colocarlo en otro club, de modo que su trabajo se viera lo menos afectado. Ahora, en este 2021, se demuestra que en realidad nunca ha habido esta "cero tolerancia" en club América, que se siguen manejando con un discurso que prioriza sus intereses económicos sin ningún sentido de responsabilidad social. El argumento de que Ibarra ya tomó unos cursos y de que su esposa lo perdonó no tienen nada que ver con la ética del club, él continúa siendo un agresor, al cual se le siguen dando las oportunidades de seguir "como si nada" e incluso enalteciéndolo. 

Atlas como segunda oportunidad

Lo de la escuadra rojinegra también fue de escándalo, al ser el equipo que decidió "salvar" a un violentador. El equipo tapatío no destaca en la rama varonil y en la femenil sí podría hacerlo, pero claro, ellas no tienen suficiente apoyo, no hacen fichajes "bomba", pero el club sí pudo dedicar capital a un agresor, aunque hace algunos años ni siquiera pudo darle un sueldo decente a su entonces goleadora Alicia Cervantes. No, ya no hay machismo en el futbol.

Afición machista

Esta cloaca que se destapó dejó ver cuán machista es todavía la sociedad mexicana. Los comentarios de muchos hombres y un porcentaje menor de mujeres se enfocan en decir que "todos cometemos errores, merecemos una segunda oportunidad", y lo más preocupante es que tienen de lo más normalizada la violencia en las relaciones de pareja. Continúan excusándose en "si su esposa lo perdonó, ya déjenlo", cuando no les queda claro que la crítica a la situación ni siquiera es solamente por el propio Ibarra, sino por la manera en que opera el sistema, que continúa protegiendo a individuos como él. Hoy se llama Renato Ibarra, pero mañana le podemos poner otro nombre, alguien con poder económico, mediático, que podrá continuar con su vida, impunemente, a pesar de haber cometido algún delito. 

En ese tenor fueron los comentarios.
Fotografía: Claudia Veites


Y no, no se trata de su "Ódiame más" (que si se analizara, también tiene implícita esta violencia machista de la confrontación) o de ser "anti". El tema Ibarra ha sido criticado desde que se dio a conocer y posteriormente con Atlas; pero sucede que a ciertos sujetos se les hace difícil no ser el centro del atención y que esto, de verdad, se trata de luchar por la libertad de las mujeres, la libertad de no ser violentadas. 

Por otro lado, ha sido interesante notar que los indignados por las críticas a Ibarra no sólo fueron americanistas, sino aficionados hombres de otros clubes, aquí, más claro que nunca se puede identificar el pacto patriarcal. ¿Por qué tienen la necesidad de defender a violentadores como éste? ¿Identificación? ¿Protección a sí mismos? Parece que le queda el saco a más de uno. 

Les parece imposible que no se trate de América, sino de la violencia de género.


En ese sentido, también han llovido las ofensas y el acoso a quienes hemos expresado un rechazo total tanto a la decisión de América de reincorporarlo, como a la actitud de la afición y de los medios. Comentarios que exigen a algunas renunciar a sus trabajos para ser congruentes, tildarnos de pseudoperiodistas, de feminazis... nos critican el que nos pronunciemos porque según ellos "qué nos importa" (cuando como dicta el feminismo, "lo personal es político"), pero ellos se han desvivido por días defendiendo a un sujeto que ni siquiera pela sus existencia. Pacto. Pacto patriarcal. 

Medios de comunicación y cinismo

Portada Diario Pásala, 23 de agosto de 2021.


De unos años a la fecha el concepto "periodismo con perspectiva de género" ha tomado fuerza; algunos medios incluso se han capacitado y cuentan con comités que abordan temáticas que deben ser tratadas con cierto enfoque, esto para que de a poco se vaya equilibrando la balanza en cuanto a la representación de las mujeres en los medios. Bueno, pues respecto al regreso de Ibarra al América, los medios deportivos hicieron como que no veían la serie de recomendaciones que han hecho organismos internacionales como la ONU, el Comité Olímpico Internacional (COI) o la misma FIFA; a los editores y jefes de información de periódicos como Cancha, ESTO, Récord, El Universal o Pásala creyeron que hacer juegos de palabras haciendo referencia a la violencia de género era una buena idea, que la polémica, los clics, el dinero que generaría, valdría la pena, total, no es que estemos en un país en el que a diario son asesinadas 10 mujeres y que esos discursos, que se mofan de la violencia sean interpretados por quienes los consumen como algo normal, algo que se puede hacer sin mayores consecuencias que una llamada de atención. 

ESTO enalteció al jugador.
Portada 23 de agosto de 2021


Ahora, no sólo se trató del juego de palabras en los titulares "Golpe de autoridad", "Violento zurdazo", sino del colocar al jugador en un pedestal: "Regresó a lo grande con gol", "Renato Ibarra habló en la cancha", "Renato Ibarra es ovacionado"... Nuevamente, el mensajes es: "puedes ser un agresor, eso no te quitará ni tu éxito ni tu trayectoria ni tu reputación, es más, ahora te alabarán más". 

Y claro, los medios deportivos "aprovecharon" el suceso para aumentar sus números en todo: los "me divierte", lo comentarios con memes y mensajes en doble sentido relacionando la violencia hacia la mujer con algo "gracioso" fueron los elementos que abarrotaron las publicaciones de distintos medios. 

Hasta ahora, no ha habido algún pronunciamiento de estos medios, pero sí una respuesta por parte de periodistas independientes, de organismos, también de afición, que comprende cómo estas situaciones se deben erradicar, que nunca más se vea como algo normal que los actos que cometen sujetos como este queden en la impunidad. 

En conclusión, el caso de Renato Ibarra es, tristemente, sólo un ejemplo más de cómo la sociedad mexicana, los medios de comunicación, la afición, los directivos continúan normalizando la violencia de género, sin identificar que es un problema grave, "la otra pandemia", como algunas le llaman, y que estas acciones (protección, solapar al jugador, ponerlo como ídolo...) únicamente envían un mensaje de total impunidad. 

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