El futbol femenil debutó en los Juegos Olímpicos en Atlanta 1996, cinco años después de que se disputara el primer Mundial reconocido por la FIFA (sin olvidar que en los años 70 se celebraron dos de forma extraoficial, el de Italia 1970 y el de México 1971), y las selecciones que en ese momento dominaban eran Estados Unidos, Noruega y China, así se posicionó el medallero de aquella primera edición.
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| La última vez que Estados Unidos ganó la medalla de oro en los Olímpicos fue en Londres 2012. Foto: US Soccer |
Con el paso de los años, fueron solo las estadounidenses quienes continuaron apareciendo en el podio: plata en Sydney 2000, oro en Atenas 2004, oro en Beijing 2008, oro en Londres 2012... una completa hegemonía que parecía no tener fin, sin embargo, ya desde el 2011, cuando cayeron ante Japón en la final del Mundial se vislumbraba lo que hoy es una realidad: Estados Unidos continúa siendo la mejor selección de futbol femenil del planeta, pero es cada vez más estudiada por las rivales y ya no resulta imposible vencerlas con el planteamiento adecuado, aunado a que el nivel de futbol ha aumentado en muchos países, sobre todo en Suecia, Alemania, Australia, España, Países Bajos, Inglaterra... es decir, combinando el desarrollo de las jugadoras a nivel Mundial con el estudio sobre cómo sacarle resultados a Estados Unidos, las derrotas se han dejado llegar.
Que las estadounidenses lleven dos Olímpicos sin llegar a lo más alto no pone en entredicho que son el mejor programa de futbol femenil, sino que hay otros que están avanzando. Ahora, en Tokyo 2020, se han colgado el bronce, un buen resultado, a secas, considerando que en Río 2016 fueron eliminadas en cuartos de final y se quedaron fuera de las medallas, y si bien tuvieron un torneo complicado en tierras niponas, el nivel de su futbol está muy por encima del resto.
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| En Tokyo 2020, Estados Unidos consiguió la medalla de bronce. Foto: US Soccer |
El entrenador Vlatko Andonovski ha sido duramente criticado por su falta de un 11 titular y sus cambios diversos a lo largo de los encuentros, y es que no debe ser sencillo contar con un plantel tan completo y con trayectorias que a cualquiera le impondrían. Para Tokyo 2020, contar con las veteranas Megan Rapinoe y Carli Lloyd, y con estrellas como Tobin Heath, Alex Morgan, Christen Press, Tierna Davidson, Crystal Dunn, Rose Lavelle, Samantha Mewis... representaban siempre un problema, no sólo para elegirlas, sino para colocarlas dentro del terreno de juego.
Pero volviendo al porqué en realidad las estadounidenses no siguen mandando en Juegos Olímpicos, considero que obedece mucho más a lo que el resto de Selecciones sí ha comenzado a hacer. El futbol de mujeres ha avanzado a un ritmo acelerado en las últimas dos décadas, por esa razón es que en Tokyo vimos una final inédita entre Suecia y Canadá, en la que las norteamericanas se impusieron, quizá no con el futbol más vistoso, pero sí con el efectivo, lo que deja ver que las estrategias también son diversas. En el caso de Suecia, que lleva dos finales al hilo, se demuestra cómo se ha vuelto más sólido su futbol, con jugadoras colocadas en los clubes más exitosos de los últimos años, como Magdalena Erikkson, del Chelsea; Sofía Jakobsson, del Bayern Múnich; Kosovare Asllani, del Real Madrid; y Fridolina Rolfö, del Barcelona.
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| Canadá hizo historia al conseguir el oro olímpico en Tokyo 2020. Foto: Canadá Soccer |
Seguramente no tardaremos en ver a las suecas en lo más alto de un pódium o levantando un título Mundial, lo mismo aplica para Países Bajos, que en esta ocasión se quedó en el camino a las medallas, pero que ya había dado el campanazo al meterse a la final del Mundial de Francia 2019. Otro caso es el de las australianas, que se metieron hasta las semifinales de Tokyo 2020, de la mano de Sam Kerr, y estuvieron cerca de eliminar a Suecia. Así que cada vez serán más variados los nombres de las campeonas que se inscriban en los próximos torneos élite de futbol femenil.
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| Australia se quedó cerca de las medallas. Foto: The Matildas |
No es que Estados Unidos haya decaído, sino que el resto ya empezó a competirle al darse cuenta de la calidad que tienen las mujeres futbolistas de este planeta. Celebremos la competencia.
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