Las rivales a vencer

El 1 y 5 de julio, la Selección Mexicana se medirá a Estados Unidos. Para las mexicanas es parte de un largo proceso de transición, ahora con Mónica Vergara al frente, mientras que para las estadounidenses, es preparación hacia los Juegos Olímpicos de Tokio. Sin duda, será la más grande prueba, hasta ahora, para el equipo tricolor. 

México derrotó, por primera y hasta ahora única vez, a Estados Unidos en el Premundial del 2010.
Foto: Mexsport

La historia entre ambas selecciones 

El futbol femenil en México comenzó a tomar fuerza a finales de los años 50 del siglo pasado; se potenció en los 60 con la creación de Ligas, sobre todo en el centro del país, y se hizo realidad en los 70 con los Mundiales extraoficiales de Italia y México, en los que el equipo verde tuvo participación. Parecía que el futuro sería prometedor para la rama femenil, sin embargo, por la cultura machista y el poco interés que se mantuvo en el balompié de mujeres, la llama de aquel momento se apagó, caso contrario lo que sucedió en Estados Unidos, que a partir de los 70, las mujeres comenzaron a tener mayor participación en los deportes, no sólo en el futbol, y ya no se bajaron de ese barco, lo que ha permitido que hoy tengan un proyecto tan sólido, el mejor del mundo. 

Por este breve antecedente que traigo a colación es que ha sido más que complicado poder equiparar a México con Estados Unidos, puesto que mientras ellas apostaron por un proyecto a largo plazo, apoyado primordialmente en el circuito universitario, las mexicanas avanzaron a tumbos, con escuadras improvisadas, preparaciones al vapor y sin un plan que seguir, por lo menos hasta finales de los años 90. Para entonces, Estados Unidos ya tenía el título de 1991 y estaba por ganar su segunda estrella en casa, en 1999, a la par, México intentaba iniciar su proyecto de selecciones nacionales, primero con Gil Monterd y Guillermo Pedrín y después con Leonardo Cuéllar, el desfase fue considerable. 

La Selección Mexicana de finales de los 90.
Foto: Getty Images


Sin embargo, en los primeros años del nuevo milenio, la diferencia no fue tan pronunciada, en los Juegos Panamericanos de Winnipeg 1999, el equipo mexicano cayó 1-0 frente a Estados Unidos, es decir, un duelo relativamente parejo. Un nivel que, además se reflejó en los partidos que México tuvo ante Japón, con empates, cerrados... se antojaba que la brecha entra las verdes y las potencias mundiales no tardara en cerrarse, pero no fue así. 

A finales de la primera década de los 2000 y en los años venideros, regresaron las goleadas estrepitosas de los 90. 6-0, 4-0, 4-1... un escandaloso 7-0 en el 2013, del que hasta Kenti Robles se disculpó. 

Estas selecciones se han visto las caras en 40 ocasiones, con 38 victorias para la Selección de las barras y las estrellas, un empate y un solo triunfo para las mexicanas. 162 goles en contra y apenas 18 a favor, unos números que demuestran la enorme diferencia entre uno y otro proyecto. 

El recuerdo de una hazaña

La única ocasión que México derrotó a Estados Unidos fue en el Premundial de 2010, celebrado en Cancún, Quintana Roo. En aquel momento, los equipos se enfrentaron en semifinales, con uno de los boletos al Mundial de Alemania 2011 en disputa. 

Maribel Domínguez festeja el gol que anotó a Estados Unidos en el Premundial del 2010.
Foto: Mexsport

El empuje de la afición fue clave para que las nacionales se impusieran 2-1, gracias a las anotaciones de Maribel Domínguez y Verónica Pérez, en una batalla épica, en la que ni Abby Wambach ni Alex Morgan ni Carli Lloyd (con todo y su gol del empate momentáneo) lograron sacar a flote el resultado. La victoria fue histórica, pues fue la primera y hasta ahora única vez que Estados Unidos tuvo que jugar un repechaje para asistir a un Mundial femenil. 



Kenti Robles, Evelyn López, Nayeli Rangel, Lupita Worbis, Dinora Garza... fueron algunos de los nombres que protagonizaron aquel partido. Al sonar el silbatazo final, saltó a la cancha otra histórica: Iris Mora se lanzó a abrazar a sus excompañeras, quienes estaban logrando algo de lo que ella se quedó muy cerca. Aquel noviembre de 2010, fue un hito para el futbol femenil mexicano. 

La realidad es abrumadora

Pese a ese triunfo, que parecía indicar un repunte del futbol mexicano, no vino la tan ansiada evolución. En el Mundial no se avanzó de la fase de grupos, en el proceso a la Copa del Mundo del 2015, se sufrió de más y eso se notó ya en el torneo, al ser goleadas de forma tremenda por Francia. Mientras las jugadoras mexicanas ya se posicionaban de forma individual en el extranjero, la Selección seguía estancada y hoy por hoy, ha sido difícil sacar los tachones de ese fango. 

Por ello, hay que comprender que este 1 y 5 de julio, Mónica Vergara y sus dirigidas se enfrentarán a las mejores del mundo, en su momento cumbre hacia Tokio. Por su parte, las mexicanas llegarán tras ser goleadas por Japón y en busca de un estilo de juego que las distinga, pero que, sobre todo, les dé resultados. La derrota está en el guion, no obstante, lo que importará serán las formas, las rotaciones, el desempeño de la defensiva, que enfrentará el reto más grande hasta ahora. Consideremos el contexto, sin condescendencia, pero con una crítica argumentada para que lo pueda pasar en este par de encuentros. 


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