"Mira esas sonrisas, esos uniformes nuevos", dice un narrador deportivo mientras ve salir al equipo de gimnasia que representa a los Estados Unidos en los Juegos Olímpicos. Sí, sonrisas; sí, fuerza; sí, poder; sí, perfección; sí, ilusiones... pero ilusiones rotas.
El documental 'Atleta A', original de Netflix, revela lo que por años (décadas incluso) sucedió en USA Gymnastics, el centro de entrenamiento de élite para las gimnastas estadounidenses, dirigido por Bela y Marta Karolyi, los rumanos que llegaron al país de las barras y las estrellas para replicar su método de entrenamiento, el mismo que llevó a Nadia Comaneci a conseguir aquel 10 perfecto en Montreal 1976.
Una serie de abusos: psicológicos, físicos y sexuales, estos últimos cometidos por Larry Nassar, quien fue médico del equipo durante 20 años, son los que se abordan en este documental, el cual es imposible ver sin que se haga un nudo en la garganta o en el estómago, o sin que en algún momento se te escapen algunas lágrimas, de impotencia, de coraje, incluso de dolor al saber por lo que esas mujeres, a quienes vemos campeonas, tuvieron que pasar.
Testimonios de Maggie Nichols, Rachael Denhollander y Jamie Dantzscher dejan ver la cruda realidad que vivieron cientos de niñas y jóvenes que buscaban hacer realidad un sueño. Presionadas y hasta minimizadas por los Karolyi, quienes las maltrataban psicológicamente, las atletas encontraron en Nassar "al único adulto amable", pues así lo describen. Esta actitud desenfadada y hasta simpática, provocó que para él fuera "sencillo" ganarse su confianza y cometer los abusos, disfrazados de tratamiento médico.
En lo personal, me impactó el testimonio de Nichols, uno de los centrales del documental, pues cuenta cómo desde niña su sueño fue ser parte de la Selección Nacional de gimnasia de Estados Unidos y duele hasta la fibra más recóndita ver cómo le arrebataron esta ilusión, no sólo Nassar con sus acciones, sino los directivos que prefirieron encubrir el delito en lugar de apoyar a la deportista, quien se desencantó del alto rendimiento y tuvo que encontrar la fuerza para superar ese episodio de su vida.
Además de las alertas que enciende esta historia, sobre no permitir que esto se replique, queda también la reflexión acerca de lo que se busca de los jóvenes talentos en un país como Estados Unidos, acostumbrado a las victorias y a ser los mejores, ¿vale la pena aniquilar las ilusiones de los deportistas por la sed de éxito? ¿Qué tanto disfrutan hacer deporte aquellos que se encuentran en el alto rendimiento? ¿Cuál es la finalidad de hacer deporte? ¿Sólo ganar?
¿Ustedes qué opinan? Vean el documental y háganme llegar sus comentarios, por aquí o a través de mis redes sociales.
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