La Selección Mexicana no consiguió su boleto a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, y la verdad, era de esperarse, pues el proceso que el equipo tuvo para este torneo estuvo lleno de irregularidades, de jugadoras que no fueron tomadas en cuenta en muchas de las concentraciones, de rivales en juegos de preparación que poco aportaban al desarrollo del equipo, de polémicas, de poco apoyo, de una dirección técnica que navegaba a la deriva, así, se esperaba el fracaso, pero en el fondo, como aficionados, nos ganaba el amor y creíamos que quizá el milagro sería posible, con una jugada de fantasía de Lizbeth Ovalle o un latigazo fúrico de Renaé Cuéllar, sin embargo, la realidad pesó mucho más, ese miedo de enfrentar a las estadounidenses, ese respeto que no debería existir a la hora de marcarlas de manera férrea, esa mentalidad que debería ser de hierro no se hizo presente y antes de los 20 minutos, la Selección ya iba 2-0 abajo.
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México cayó 4-0 en las semifinales del Preolímpico. Foto: Femexfut |
Las improvisaciones de Cuéllar
Desde meses atrás, no se podía identificar cuál era el planteamiento de Christopher Cuéllar, quiénes eran sus mujeres inamovibles en la media cancha o en la delantera, qué portera sería la número uno en este parado, muchas dudas, y la cereza en el pastel fue el no convocar a Charlyn Corral bajo el argumento de que la jugadora del Atlético de Madrid se integraría muy tarde a la última concentración y no habría tiempo de trabajar con ella, pero era el mismo caso de Kenti Robles y ella sí fue convocada, "es que no hay nadie más en esa posición", dijo en zona mixta antes de emprender el viaje a Estados Unidos, pero ya en el torneo, Robles comió banca, a pesar de ser una de las mejores laterales que tenemos en la actualidad.
Christopher Cuéllar no convocó a Charlyn Corral porque no se integraría a tiempo al equipo, sin embargo, Kenti Robles hizo lo mismo. Foto: Archivo |
Aunado a lo anterior, las futbolistas fueron colocadas en posiciones que no siempre tenían frutos. Rebeca Bernal jugaba como una media de contención o una defensa adelantada y si bien la rayada lució por momentos, pudo haberle dado mayor solidez a la defensa como central y por qué no, acompañada de Mariana Cadena, su dupla de oro en el equipo regio, quien en Selección apenas tuvo unos minutos. Asimismo, Daniela Espinosa, una centro delantera con América, fue relegada a una banda en algunas ocasiones, zona donde se le dificultaba encontrarse.
En conclusión, se notó hasta el último momento que el técnico mandó sus piezas con mucha incertidumbre, en espera de que de pronto se iluminara el horizonte y encontraran el funcionamiento adecuado. No sucedió.
¿Es culpa de la Liga MX Femenil?
Algunos han empezado a decir que el fracaso tiene que ver con el poco apoyo de los clubes en la Liga MX Femenil, pero desde mi punto de vista, el fracaso en Selección va más allá de eso. Es verdad, hay equipos que no están recibiendo el mismo apoyo en la Liga, pero eso no tiene tanto eco en la Selección, sobre todo cuando el entrenador decide ni siquiera llevar a las mejores jugadoras de esta competencia, dígase Desiree Monsiváis, Viridiana Salazar, Lizbeth Ángeles o Katty Martínez. Por lo tanto, más allá de buscar culpas aquí, se debe cuestionar por qué el timonel del equipo nacional no toma las decisiones adecuadas a la hora de llamar a las mejores futbolistas del momento, y es que los Cuéllar, en la Selección, se excusan en estar en un eterno proceso al que nunca se le puede exigir resultados, pero basta de eso, se tienen que empezar a pedir cuentas, ¿por qué no se califica al Mundial?, ¿por qué se nos sigue humillando cuando enfrentamos a Estados Unidos?, y lo más preocupante, ¿por qué Costa Rica ya nos está superando o ya nos ha superado en la zona?
El futuro en la Selección Femenil
Si la Femexfut fuera coherente, la cabeza de Christopher Cuéllar debería rodar, no se puede mantener a un director técnico que demostró, en estos últimos meses, poca idea a la hora de hacerle frente a un torneo de gran envergadura como el Preolímpico. En el pasado se ha dicho "es que no hay nadie", en referencia a quién podría dirigir a México, hoy por hoy, hay muchos nombres que levantarían la mano: Carla Rossi, de Xolas; Eva Espejo, de Pachuca; Ramón Villa Zevallos, de Chivas; Carlos Marcos Zablah, del Tec de Monterrey; Jair Juárez, de Pumas; Fabiola Vargas, de Necaxa... cualquiera de esas personas podría llegar al banquillo de México y, para empezar, le daría nuevos aires al proyecto, lo que, considero, le vendría bien a todas las jugadoras.
Si se tiene que empezar desde cero, este es el momento, para apuntar, realmente, al Mundial del 2023 y a los Olímpicos del 2024.
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