Enorme evolución del futbol español

La Selección de España le plantó tremenda cara a Estados Unidos, en los octavos de final de Francia 2019, y es que fueron necesarios dos penales revisados por el VAR para que el equipo de Jill Ellis eliminara a las pupilas de Jorge Vilda.
Aunque se trató de una derrota para las españolas, por la forma en la que cayeron frente a las mejores del mundo, pudo considerarse una victoria para el futbol femenil español, pues quedó demostrado que en pocos años han avanzado lo suficiente como para medirse de tú a tú con las grandes potencias. 
España dejó gran sabor de boca en Francia 2019.
Foto: FIFA
En el 2015, España fue la Copa del Mundo de Canadá con grandes expectativas, con jugadoras como Vero Boquete, Jennifer Hermoso y Vicky Losada, pero de sus tres partidos, apenas pudo igualar uno, contra Costa Rica, y caer frente a Brasil y Corea del Sur. La verdadera lucha del equipo se dio después de la justa, cuando todas las jugadoras se unieron en una voz para pedir la salida del entrenador Ignacio Quereda, quien mantenía estancado al equipo, allí comenzó la revolucion y el cambio. 
Por lo anterior, la meta para Francia era, por lo menos, ganar un partido en la fase de grupos y, a partir de ahí, soñar con lo que seguía, y así sucedió. Primero, la victoria por 3-1 sobre Sudáfrica, luego el descalabro 1-0 frente a Alemania y finalmente, el empate sin goles contra las chinas, con esto, el equipo de Vilda se coló a octavos de final y soñó con dejar en el camino a Estados Unidos, el gran favorito del certamen.
La hazaña sonaba imposible, sin embargo, es bien sabido que en el futbol ese concepto se anula cuando se juega con el corazón y es que pese a que a los pocos minutos, las estadounidenses ya estaban arriba en el marcador gracias al penal que cobró Megan Rapinoe, las europeas supieron reaccionar y gracias a la presión y a una mala salida en la defensa rival, Hermoso se encontró con un balón a modo a la altura de la media luna, mismo que colocó a la perfección en el ángulo derecho del arco defendido por Alyssa Naeher. 
El partido se mantuvo empatado durante un largo tiempo, lo que desesperaba a las norteamericanas, pues no es un marcador común para ellas. Por su parte, la defensa roja se mantenía imbatible, pero al frente, poco se veía como posibilidad real de peligro para España, aunque mientras se mantuviera la igualada, había esperanza, misma que se apagó cuando la árbitra marcó otro penal que Rapinoe volvió a pedir para convertirse en la heroína de la Selección de las barras y las estrellas y sepultar las ilusiones no sólo de españolas, sino de quienes nos pusimos esa camiseta, aunque fuera por 90 minutos, en un sentimiento de solidaridad y de amor por el futbol femenil, pues sólo con la caída de las grandes se demostrará que el resto va acortando distancias y que, además, esto se puede convertir en el espectáculo que muchos esperan. 
El recibimiento para la Selección de España
fue espectacular.
Foto: Twitter
Lo mejor del partido fue lo que vino después de él: el ser conscientes de que Estados Unidos no es invencible, el increíble avance del futbol femenil español, el impacto mediático que tuvo el juego que dio España, sobre todo al acaparar las portadas del día siguiente, sin dejar de lado el recibimiento que tuvieron en el aeropuerto. Todos estos ecos son el verdadero triunfo para el balompié de mujeres en España y de todo el mundo, quienes vimos en ellas los aires de superación que nos gustaría ver en otras latitudes, en México, por ejemplo. 

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