Cambios, ¿para bien?

La Liga MX Femenil ha anunciado los cambios en su reglamento para la siguiente temporada, mismos que se espera puedan mejorar el espectáculo del torneo, con miras a posicionar a la Liga como una de las mejores del continente y por qué no, para que pronto esté en la élite mundial.

América tuvo que dejar ir a Olivia Jiménez por la regla que no aceptaba
a México-Americanas.
Foto: Archivo
Destaca que de cuatro mayores permitidas, ahora serán seis y, además, todas pueden estar en la cancha al mismo tiempo; asimismo, se permitirán seis México-Americanas, máximo, por club, algo que viene a echar abajo la regla de que sólo podían jugar mexicanas nacidas dentro del país, aunque esto sigue sin abrir las puertas a las extranjeras. Estas dos modificaciones en específico marcan la pauta para varias cosas que pudieran suceder, pensando de forma positiva:


  • Sube el nivel de la Liga con jugadoras experimentadas.
  • Las mayores dan cobijo a las juveniles y, así, todas avanzan. 
  • Las México-Americanas significarán una mayor exigencia física para sus compañeras y para las rivales. 
  • Aumentará la asistencia a los estadios, gracias a que habrá más jugadoras de renombre.
  • Al haber mayores entradas, los clubes pueden tener más ingresos y, por lo tanto, deberían aumentar los sueldos, bonos o premios para las jugadoras. 
  • La Liga se abriría al panorama internacional y cabría la posibilidad de hacer convenios con otras ligas en un futuro cercano, una participación en la Libertadores, por ejemplo. 
  • Se daría una competencia favorable para ganar un lugar en la Selección Nacional. 

Lo anterior sucederá si pensamos de forma positiva, pero ahora va la parte negativa que estos cambios podrían traer:

  • Relegar a las futbolistas juveniles, lo que traería como consecuencia un debilitamiento en Selecciones nacionales. 
  • Que sólo algunos equipos destaquen y vuelvan las goleadas escandalosas. 
  • Al haber pocos equipos espectaculares, la asistencia de la afición podría disminuir. 
  • Las México-Americanas podrían desplazar a las mexicanas, aun cuando estas últimas sean mejores. 
Pumas fue de los primeros que sufrió con la regla de mayores.
Foto: Archivo

¿Qué se puede hacer para evitar que esto suceda? Lo primero que los clubes deben hacer es armar sus planteles para ganar el título o, por lo menos, para pelear por meterse a la liguilla, y no sólo para cubrir una cuota y cumplir con participar. Una vez que esto suceda, que exista un cambio cultural en los equipos, que se deje de lado el machismo y que se tome en serio la rama femenil, entonces sí puede que estos cambios sean positivos, porque si únicamente Tigres, Rayadas, América, Pachuca, Chivas y Atlas van a meterle empeño a sus plantillas, vamos a seguir viendo a los mismos equipos en los puestos altos y, sobre todo, se hará más grande la brecha entre estos y los últimos de la general, lo que mermaría no sólo la calidad futbolística, sino el interés del aficionado. 

Considero que además de estos cambios estructurales, que incluyen la competencia por tabla general y no por grupos, debería existir un asesoramiento en los clubes en cuanto a equidad de género, lenguaje incluyente y, por supuesto, en comunicación asertiva, ya que si bien hay 19 equipos que competirán  -con la llegada de Atlético San Luis-, no todos han sabido como posicionar a las jugadoras y lo que acontece con el equipo.

No queda más que esperar, ser optimistas y seguir haciendo presión sobre las cosas que aún deben corregirse en la Liga MX Femenil, por lo pronto se han dado grandes pasos hacia su profesionalización y eso es de aplaudirse.




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