A casi dos años del arranque de la Liga MX Femenil, los resultados comienzan a cosecharse desde diferentes perspectivas, desde lo futblístico hasta el de la asistencia a los partidos, sin embargo, no todos los clubes avanzan al mismo ritmo, pues entre los primeros cuatro lugares de la tabla general y el resto parece existir un abismo de diferencia y más específico entre Rayadas y Tigres con sus competidores.
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Tigres se ha consolidado como uno de los mejores de la Liga. |
Los equipos regios mostraron, desde el inicio, que como en su rama varonil, en la femenil querían ganar y no sólo participar como lo que hasta ahora muchos equipos hacen. Las blanquiazules y las felinas captaron a grandes talentos, jugadoras ya posicionadas en el futbol amateur y en la Selección Mexicana, fue así como Rebeca Bernal, Desiree Monsiváis, Dinora Garza y Pamela Verdirame llegaron a El Barrial; mientras que Nayeli Rangel, Nancy Antonio, Liliana Mercado, Carolina Jaramillo, Fabiola Ibarra* y Lizbeth Ovalle arribaron a Zua Zua. Desde el arranque se veía que la ambición de los equipos regios no se quedaba en una participación decorosa, sino en armar verdaderas aplanadoras que marcaran la pauta sobre el nivel de futbol que se debía observar.
El primer torneo fue de aprendizaje. Rayadas dejó ir la calificación ante un inspirado Chivas que fue de menos a más y terminó siendo campeón, y por su parte, Tigres se confió ante un Pachuca que venía motivado luego de ser campeón de Copa y eliminó a las auriazules en semifinales.
La lección fue dura para ambas escuadras, pero de inmediato respondieron con un torneo de fantasía para el Clausura 2018, en el que llegaron a la gran final y con récords de asistencia en los dos juegos, protagonizaron una serie no apta para cardiacos. Tremendos golazos nos regalaron Bernal, Katty Martínez y qué decir de Noralí Armenta, quien sobre la hora mandó sendo cabezazo que llevó la serie hasta los penales. Al final fue Tigres quien levantó el título, el primero para los regios, pero no sólo representó eso, sino el arraigo de una rivalidad que, hasta ahora, es la más fuerte en la Liga MX Femenil, aunque eso sí, se queda en la cancha, porque fuera de ella, las jugadoras de Tigres y Rayadas son compañeras, no por nada han compartido vestidor a nivel universitario o en la Selección Mexicana, esto es otro síntoma favorable del futbol femenil mexicano, todavía no se contamina de la violencia y cuestiones extracancha que suelen ensuciar a sus homólogos varones.
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Rayadas no ha podido conseguir el título. Foto: Ellas en el deporte (Jemima Sebastián) |
Después, Rayadas trató de levantarse y dar un golpe de autoridad para el Apertura 2018, sin embargo, fue Chivas otra vez su verdugo y se quedó en cuartos de final. En el caso de Tigres, logró dejar en el camino a Atlas y al Rebaño, para luego caer en penales frente a América en la final, lo que dolió en lo profundo pues el duelo de vuelta fue en El Volcán.
En el presente torneo, el Clausura 2019, ambos conjuntos vuelven a notarse como protagonistas, con un futbol de otro nivel, con toques precisos, fondo físico y con jugadoras que regalan jugadas de fantasía al respetable, por eso, en esta semana de Clásico Regio se antoja que el futbol que se vea el próximo lunes en el BBVA sea de otro planeta.
¿Cuánto tardarán el resto de clubes en darse cuenta de lo que ya hicieron estos equipos regios? El futbol femenil es espectáculo, vende, gusta y emociona.
*Fabiola Ibarra emigró al Atlas para el Apertura 2018
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