Nos condena la falta de interés

Esta semana, la FIFA informó que se rompió el récord de Federaciones interesadas en organizar el Mundial del 2023, esto al recibir nueve propuestas, un número histórico para el futbol femenil y que demuestra cuánto terreno está ganando este deporte a nivel internacional. Del continente americano levantaron la mano Argentina, Bolivia, Brasil y Colombia, ¿y México? ¿No sería este un buen momento para hacerlo cuando la Liga MX Femenil está tomando auge? Como desde hace casi 50 años, es la falta de interés por parte de quienes toman las decisiones lo que condena al futbol femenil mexicano.
México fue sede del Mundial extraoficial de 1971
Fotografía: Cortesía Alicia Vargas
En primer lugar, no sería la primera vez que nuestro país albergaría un Mundial Femenil, lo hizo en 1971, sin embargo, como no fue reconocido por la FIFA, no entra en la estadística oficial, aunque eso no provoca que se olvide el lleno en el Estadio Azteca para el debut de las mexicanas ante Argentina, partido que terminó 3-1 a favor de las locales. Entre 80 mil y 90 mil personas, según los cálculos, fueron las que vivieron aquel partido del torneo en el que México terminó como subcampeón, luego de perder 3-0 frente a Dinamarca en la final. 
Más de 30 mil personas acudieron al Azteca para el América contra Tigres
en la final de ida del Apertura 2018
Entonces, si hay estadios, infraestructura carretera y hotelera, una masa de aficionados amantes del balompié y una reciente liga que cada vez hace más ruido, ¿por qué no levantar la mano para recibir una Copa del Mundo? Creo que la respuesta ha sido, es y, tristemente, lo seguirá siendo la falta de interés. Para la gente que decide en los altos mandos de la Federación, el futbol femenil es un requisito más que sólo se palomea en la lista de acciones cumplidas, pero no figura en las metas a largo plazo, muestra de ello, la poca seriedad que se la da a los nombramientos en el cuerpo técnico de la Selección Mexicana, donde ni siquiera se organizó una conferencia de prensa para anunciar que Roberto Medina, primero, y Christopher Cuéllar, después, tomarían las riendas del equipo. 
Los récords de asistencia suscitados en la Liga MX Femenil son prueba irrefutable de que puede ser tan exitosa como se quiera, siempre y cuando se le apoye:

1. Rayadas 2 (2) -(4) 2 Tigres (Clausura 2018, final vuelta) = 51 mil 211
2. Tigres 1 (1)-(3) 1 América (Apertura 2018, final vuelta) = 41 mil 121
3. Tigres 2-2 Rayadas (Clausura 2018, final ida) = 38 mil 230
4. América 2-2 Tigres (Apertura 2018, final ida) = 33 mil 430
5. Chivas 3-0 Pachuca (Apertura 2017, final vuelta) = 32 mil 466
6. Pachuca 2-0 Chivas (Apertura 2017, final ida) = 28 mil 955 


Pero todo indica que ni la historia del futbol femenil mexicano, con grandes jugadoras como Alicia Vargas, María Eugenia Rubio, Maribel Domínguez, Fátima Leyva, Andrea Rodebaugh, Charlyn Corral o Kenti Robles, ni el pedido a gritos por parte de la afición, son motivos suficientes para darle al país una alegría como la de ser sede de un Mundial. Considero que era el momento adecuado y que, además, serviría como otro empuje a la Liga, ilusionaría a la afición, sería clave para que quienes aún no conocen la competencia, se acercaran a ella a través de sus equipos, con las posibles convocadas a la Selección Mexicana... en fin, un abanico de posibilidades que no se utilizaron. Sólo queda esperar a que, por lo menos, sea alguno de los países latinoamericanos quien se quede con la sede: Argentina, Bolivia, Brasil o Colombia, para que la fiesta del futbol mundial la podamos sentir un poco más cerca. 

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