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Enrique Basilio fue la primera mujer en encender un pebetero Olímpico |
Los Juegos Olímpicos de México 1968 se efectuaron en medio de una serie de eventos que paralizaron a todo el mundo, no sólo la cruel matanza en la plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco, unos días antes de la inauguración, sino la Primavera de Praga que empezó a principios de 1968; el Mayo Francés, una serie de manifestaciones estudiantiles contra la sociedad de consumo y la muerte del Che Guevara un año antes, en octubre. El planeta estaba viviendo una efervescencia política y social como nunca antes y México no fue la excepción.
Ensuciados por los acontecimientos del 2 de octubre, los Juegos siguieron adelante; pues no había manera de detenerlos, a pesar de la gran conmoción que a nivel internacional habían causado los hechos de Tlatelolco. Recordemos que la periodista italiana Oriana Fallaci reportó lo que sucedió aquella tarde en la Plaza de las Tres Culturas y estaba muy indignada por la posición del gobierno mexicano y porque ella también fue herida de bala. Fallaci era corresponsal de L'Europeo y fue invitada por el Consejo Nacional de Huelga para que asistiera al mítin de aquel día, razón por la que estaba en el tercer piso del edificio Chihuahua junto a los líderes del movimiento.
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Oriana Fallaci con Elena Poniatowska después de lo sucedido el 2 de octubre |
Fue testigo de las bengalas que fueron lanzadas desde un helicóptero como señal para iniciar el tiroteo, sometida por el Batallón Olimpia, y reunida con el resto de los estudiantes por confundirla con uno de ellos. Fallaci fue herida de bala y convaleció en el Hospital Francés desde donde pudo contar lo sucedido. La periodista se indignó al darse cuenta que las delegaciones que se encontraban en México para los Juegos no se inmutaron por lo sucedido y todo siguió tan normal. "En la guerra por lo menos se trata de gente armada contra gente armada", escribió en su libro Nada y así sea.
El "show" continuó y los Juegos Olímpicos se presentaron al mundo tan frescos como siempre. El presidente Gustavo Díaz Ordaz mostraba "su mejor cara" al mundo. Estos Juegos marcaron varios hitos: Enriqueta Basilio se convirtió en la primera mujer en encender el pebetero olímpico; fueron los primeros en Latinoamérica; por vez primera se utilizó el control antidopaje; Jimmy Hines, de Estados Unidos, fue el primer hombre en bajar de los 10 segundos en los 100 metros planos y se organizó una Olimpiada Cultural que incluyó a 97 países.
Otro hecho significativo fue el saludo del Poder Negro que realizaron, durante la premiación, Tommie Smith y John Carlos, quienes ganaron oro y bronce respectivamente en la prueba de 200 metros planos; este saludo fue una señal de protesta de los derechos civiles de los negros en Estados Unidos. Los atletas llevaban un guante negro que simbolizaba la pobreza negra. La idea era que llevaran guantes en ambas manos, pero Carlos olvidó los suyos en la Villa Olímpica, por lo que su compañero Smith le prestó el izquierdo, por ello, Carlos alzó la zurda y no la derecha como se acostumbraba en el Black Power (Poder Negro).
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Los estadounidenses Tommie Smith y John Carlos hicieron el saludo del Poder Negro durante la premiación de la pruebade los 200 metros planos |
El atrevimiento causó su expulsión del equipo Olímpico Estadounidense y el rechazo que vivieron en años posteriores. Sólo el tiempo les ha rendido homenaje pues en la Universidad Estatal de San José fue erigida una estatua de su protesta de 22 pies de alto en honor a sus antiguos estudiantes y en 2008, se filmó un documental llamado Salute, dirigido y producido por Matt Norman, sobrino de Peter Norman, el atleta australiano que alcanzó la plata en la misma competencia de Smith y Carlos y que apoyó su protesta.
Sin duda, 1968 y el final de la década de los sesenta significa un parte aguas para la vida social, significa la lucha de los marginados, la protesta de los sin voz, que en la política, la sociedad o los deportes, se hicieron presentes para lograr que las generaciones de hoy tengamos un mundo mejor. Por lo menos, eso era lo que ellos querían, pero ¿qué estamos haciendo nosotros para honrar a quienes nos regalaron libertad?
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